Uno de los principales signos del envejecimiento es la aparición de arrugas y la acentuación de los surcos y pliegues de expresión. A través de la implantación de diversos materiales sintéticos puede conseguirse el relleno de las depresiones y hundimientos producidas por estas arrugas y surcos faciales. Además ayudan a modelar diversos rasgos faciales tales como el perfilado de los labios o el aumento de pómulos. A diferencia de lo que sucede con las arrugas de expresión, las arrugas estáticas aparecen debido a la falta de elasticidad de los tejidos blandos, lo que provoca la caída de la piel. Éstas aparecen especialmente en el tercio inferior de la cara.
Existen diversos productos en el mercado, todos ellos autorizados por la Comunidad Económica Europea. En función de la duración del material, podemos clasificarlos en: sustancias de relleno permanentes o irreabsorbibles, y sustancias de relleno temporales o reabsorbibles. Los materiales temporales cada vez mantienen el efecto más tiempo y actualmente pueden durar hasta 12-18 meses. No recomendamos NUNCA los productos permanentes a nuestros pacientes, cambian de posición con el paso del tiempo y no pueden ser retirados cuando dan problemas, de hecho ya no están legalizados en España.
El acido hialurónico es un componente natural del organismo y tiene la capacidad de atraer agua hacia sus moléculas; con los años la producción de éste desciende, lo que da lugar a la deshidratación de la piel y síntomas de la edad. Las infiltraciones de ácido hialurónico (sustancia de relleno temporal o reabsorbiere) se utilizan para dar volumen a determinadas áreas del rostro (pómulos, ojeras, arrugas estáticas, labios), en forma de mesoterapia para dotar de un aspecto más firme a la cara en general.